Parte primera: Un encargo atípico
Cuando alguien te encarga algo, espera que el acabado sea esmerado, el aspecto impecable y el precio asequible. Pues bién, la destinataria de estas piezas, seguia queriendo el precio asequible, pero el aspecto debía ser bruto, tosco, sucio... en una palabra Orco.
Hacer unas hombreras de aspecto orco no requiere de grandes conocimientos historicos sobre armaduras, pero si conceptos básicos como la articulación o la fijación.
La inspiración para acometer esta pequeña locura, me vino de las hombreras de una lorica segmentata romana, pero articulada de modo que caiga sobre los hombros, dando un aspecto a la vez brutal y tosco. El que deje aberturas por donde entren las puntas de las armas es totalmente secundario, su uso será para juegos de soft combat y en ocasiones para teatro, así que las pintas mandan sobre la autenticidad.
Cuando alguien te encarga algo, espera que el acabado sea esmerado, el aspecto impecable y el precio asequible. Pues bién, la destinataria de estas piezas, seguia queriendo el precio asequible, pero el aspecto debía ser bruto, tosco, sucio... en una palabra Orco.
Hacer unas hombreras de aspecto orco no requiere de grandes conocimientos historicos sobre armaduras, pero si conceptos básicos como la articulación o la fijación.
La inspiración para acometer esta pequeña locura, me vino de las hombreras de una lorica segmentata romana, pero articulada de modo que caiga sobre los hombros, dando un aspecto a la vez brutal y tosco. El que deje aberturas por donde entren las puntas de las armas es totalmente secundario, su uso será para juegos de soft combat y en ocasiones para teatro, así que las pintas mandan sobre la autenticidad.
Parte segunda: Cortando y doblando
Una vez con el concepto y algunos diseños preliminares terminados, la cosa era cortar chapa: a saber, 4 planchas de 15x25 y 4 de 15x10.
Un vez con las partes en nuestro poder, tratandose de chapa de 1 mm de grosor, se le ha practicado un doblado de bordes básicamente por dos motivos:
-Para darle mayor rigidez a la pieza, y que no se doble como papel de aluminio.
-Para evitar convertir una armadura en un arma ofensiva capaz de cortar como una cuchilla.
El metodo clásico requiere de equipo, paciencia, un buen martillo... Por otra parte, el metodo tornillo de banco requiere un tornillo de banco y ojo para doblar lineas rectas.
Por supuesto, una vez doblado todo con el tornillo, hubo que rematar el asunto a martillo para acabar de cerrar la cosa. El resultado, 100% satisfacción del usuario.
Con el asunto doblado, solo queda perforar las chapas en el sitio adecuado, para poder pasar luego los remaches de las correas que articularán y sujetarán el asunto.
Con todos los agujeros hechos hay que montar (de forma temporal) con correas de cuero y tornillos al menos una de las hombreras, se está a tiempo de mandarlo todo al carajo sin perder horas de trabajo. En este caso, contra todo pronóstico, las cosas encajaron a la perfección.
Parte tercera: Orquizando (no, no es un verbo que admita la RAE)
Una armadura de orco, tiene básicamente un elemento que nos viene a la mente: mugre y oxido para parar un tren de mercancias.
Podriamos dejar oxidar la chapa, pero eso, aparte de acabar por destruirte la armadura, mancha que es un primor.
Por lo tanto, aplicaremos el proceso del pavonado-churro o del protector antióxido (ver entrada anterior).
Para este metodo necesitaremos primero, mojar con salfuman toda la superficie de la chapa, con un trapo y mucho amor. Luego, lo dejaremos toda la noche a oxidar para conseguir el siguiente aspecto.
Finalmente, cuando ya tenemos el tema bien asqueroso, con un pincel y el producto que convierte en oxido en "una pelicula protectora negra", le damos de la forma mas irregular posible, evitando pinceladas (pintar aplastando el pincel de punta suele funcionar). El producto entonces, se convierte en algo parecido a un oxido negro, con abundantes aguas y un aspecto guarro de lo mas adecuado para nuestro cliente.
Lo último de lo último, remachar correas de cuero, dos en cada hombrera para el articulado, una para fijarlas a un gorjal y otras dos para atar las hombreras al brazo y que no salgan volando con el movimiento.
ENDE
4 comentarios:
Mola xDNada como una buena armadura orca.
Da green iz da best! Still needs sum dakka on it.
Jo, qué cosa más tenebrosa de hombreras. Al final le vas a sacar partido al pavonado guarripeich.
el lado oscuro poderoso es, menospreciarlo no debes!
VAYA, VAYA, VAYA, VAYA... LLEGO A ESTE BLOG DE PASEO, MIRANDO AQUÍ Y ALLÁ... Y ME QUEDO ATRAPADO.
nI ME INTERESAN LAS ARMAS, NI EL ATREZZO, NI ME MANEJO CON UNOS ALICATES... PERO ME HA DIVERTIDO Y MUCHO SU FORMA DE CONTAR. ¡BUENA PROSA, SI SEÑOR!
gRACIS Y BUENA SUERTE!
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