A lo largo de esta entrada veremos dos cosas: experimentación y chapuzas a partes iguales.
Para poder entender esto en todo su esplendor, y dado que la pieza no es historica, primero contaré como se decidió evitar el oxido que tanto desluce las armaduras.
1. ¡Oxidate maldita!
Vemos aqui lo que dos semanas sin cuidados le provocan a la chapa de hierro sin aceitar. Resulta del todo deprimente, mancha, y dice muy poco de la higiene de su dueño.
Os preguntareis que me llevó a dejar que se oxidara así una de mis piezas, y el que no se lo pregunte pensará que seguramente me haya dado el siroco o sea un guarro de narices. Pues bien, nada más alla de la realidad.
Existe un producto (en mi caso de marca BRUNOX) que sirve para proteger el metal del óxido, que además aprovecha dicho oxido para crear una capa protectora de color negro y que encima contiene resinas epoxidicas (si, si, como el pegamento bicomponente ese tan bruto que lo pega todo), lo cual lo convierte en una capa resistente. Si, no es historico, pero tampoco tengo aqui una forja o un baño de sales de cianuro para ir pavonando el asunto, y como la armadura tambien es fantasia pura... esto es lo que voy a usar.
El caso es que esta armadura no estaba ni de lejos lo bastante oxidada para crear una capa negra regular, todo lo más, extender una mancha por su superficie.
Que dilema, oxida rápido, pero oxida mal, donde le sale de las narices y como le apetece. Necesitabamos más óxido y lo necesitabamos ya mismo. Así que, ni corto ni perezoso me acerque a la drogueria local a comprar una botella de salfuman.
Con el salfumán, tomamos un trapo o papel, y vamos echándoselo a la armadura en toda la superficie que queramos oxidar, y en 12 horas aproximadamente tenemos lo que muestra la siguiente imagen.
Ahora es un hecho, esta armadura está como si se hubiera tirado un año a la intemperie, y es que los acidos que atacan el metal tienen muy mala uva.
2. Renegro
Tenemos la cosa a punto de caramelo, así que verteremos en un tarro de cristal una pequeña cantidad del producto protector, y con un pincel, hacemos pasadas, comprobando que la cosa es algo viscosa y que enseguida se pone negro el óxido, pudiendo extenderlo con facilidad.
Pero, oh espejismo, el resultado no es el apetecido. Si bien la capa queda dura (no se salta como la pintura de spray, que puedes quitarla solo con mirarla mal), queda deslucida y se ven unas horrendas pinceladas que deslucen el resultado final. Pero no desesperemos.
Una nueva capa (que enseguida se funde con la anterior), esta vez aplicando con pincel redondo apretandolo en vertical contra el metal, mejora el asunto.
3. Ultimas correas
Los observadores ya habreis notado que este peto luce ya algunas correas, y es que lo tuve que probar para comprobar su funcionalidad.
El sistema es a priori sencillo, dos correas van de la cintura al hombro opuesto, cruzándose a media espalda, lo que deja la cosa ajustable a cualquier torso. Como veis, dichas correas largas no están en las fotos anteriores, pues las hice aparte, para que de ese modo, si alguna vez se hace un espaldar, puedan quitarse con facilidad.
Aun así, no todo iba a ser tan fácil. La placa central vence hacia el frente, y queda muy antiestética ¿La solución? Muy sencillo, una correa en esa placa, que mejore el agarre y el ajuste en el centro del torso.
Y listos, tenemos una estupenda coraza de fantasia con un falso pavonado de lo más aparente, y lo que es más, protegida del óxido, lo que además de mejorar su aspecto, facilita el mantenimiento.
Ya se que las correas claman por un poco de tinte negro, pero de momento se quedan así hasta que cuente con dicho material.
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8 comentarios:
First!
Molona, molona, como dije antes, y a todo lo demás HERESY! -BLAM-
¡Aaaaahhh! ¡Salfumán en la chapa terminada! ¡No vuelvas a acercarte a mis yelmos sin llevar las manos donde pueda verlas!
vamos vamos! Donde queda tu espíritu aventurero?
¡Arrenegote, Demo! ¡Vade retro!
Además, tu que entiendes por chapa terminada? XD
¡Que chula!, pero con un portador que la muestre, mejor. jejeje. Aunque eso supongo que irá en el próximo capítulo.
Yo, ahora mismo necesitaría el paso contrario, es que un amiguete tiene un yelmo romano imperial y tiene manchas de óxido y me gustaría ayudarle a quitarselas pues el no tiene mucha idea (ni yo tampoco). Sé que hay que aceitar para quitar el óxido, pero no se ni que tipo de aceite se trata, por internet he buscado pero no he encontrado nada, así que agradecería a vuestras mercedes unos pequeños consejos.
Gracias de antemano.
Bueno Edetanii, supongo que esto te puede servir:
http://www.lahermandaddelacero.com/phpbb3/viewtopic.php?f=8&t=407
Muchas gracias Coalheart.
A veces las búsquedas del google no son tan precisas como la experiencia de los duchos en armadureo.
:)
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