jueves, 11 de febrero de 2010

Escarcelas I: mi primer proyecto con chapa

Que nadie se confunda, mi objetivo sigue siendo el de hacerme unas hombreras milanesas en chapa, pero como se verá en un momento ojeando el contenido del blog, hasta la fecha con chapa solo he trabajado en plano (unos hermosos brazales de 3 mm de grosor).

Para poder ponerme en serio necesito saber como se trabaja la chapa, como responde a los golpes y que caray, que herramientas puedo usar.

Primero me planteé hacerme unas hombreras más clasicas usando estos patrones, pero la propia dificultad de hundir sin un tocon de hundir me ha echado más bien para atrás.

Luego ponderando posibilidades, opté por algo más sencillo, unas escarcelas de principios del s. XV, en tres lamas, y me he lanzado a ello:


1. Conseguir la chapa, también llamado ¿cuantas toneladas quiere?

Conseguir chapa de hierro, que fácil parece. Simplemente vas a un sitio donde vendan chapa y dices: "quiero una chapa". Craso error.

El periplo ha sido tortuoso y lleno de dificultades, pero lo voy a resumir en las preguntas que me hicieron:

- ¿Cuantas toneladas necesitas?
- ¿Me das el CIF de la empresa?
- ¿La necesitas de 1 cm o mas gruesa?

y como no, afirmaciones tajantes

- Aqui solo vendemos la plancha de 2x1 metros, no tenemos cizalla
- Solo tenemos chapa de acero inoxidable
- Su tabaco, gracias

Pronto ya a la desesperación y planteandome si encargar una tonelada de chapa cortada en medidas manejables, encontré un pequeño taller de oxicorte donde aparte de vender recortes, si se lo encargabas con unos dias de adelanto, conseguian exactamente lo que necesitaba.

Un magnífico trozo de chapa de un metro de un metro cuadrado, ligero, manejable y asequible.

Ah, finalmente eres MIA


2. Cortando la chapa

Cortar la chapa es fácil, sobre todo 1 mm de grosor. Adquirí una cizalla manual para poder cortar, trasladé los patrones a la chapa y me puse a cortar con ánimo.

Pero el hado me tenia reservada una nueva treta! La cabeza de la cizalla ocupa un espacio físico, así que una vez traspasado el limite de las hojas de corte, aquello chocaba con la chapa y no se pudo avanzar más. Hubo que hacer la chapuza de torcer la cizalla, levantar un poco la chapa de un lado y seguir cortando con gran esfuerzo.

Ya se ven algunos ataques... de esta hago brazos


Unos buenos golpes de lima para dejar el borde en perfecto estado de revista y seguridad y habremos terminado.

En este apartado descubrí yo las maravillas de la chapa recien cortada: Si sangras sobre ella se oxida más.

3. Keep on rollin'

Tenemos las seis piezas necesarias para poder montar nuestras escarcelas, así que, para dar robustez al asunto y como no un poco de seguridad, hay que enrollar el borde.

En mis piezas solo enrollé dos, las que formarían la pieza final o mas alejada de la cintura, y aún estas por el lado inferior. La lastima es que con la emoción no hay documentación gráfica de este apartado, o al menos su proceso, pero te da la sensación de estar haciendo una cosa de lo mas molona.

No ha quedado mal ese borde la verdad


4. Curvando, o "trae pacá ese martillo gordo"

Por sorprendente que pueda parecer, esta parte fue la mas fácil de todas ¿El secreto? Un martillo de goma con alma de acero de dimensiones considerables comprado en los chinos (¡2,50€!).

El proceso es sencillo, situas la pieza sobre el yunque o superficie adecuada al golpeo, y le das golpes energicos pero de corto recorrido en una mitad mientras levantas la otra bien con la mano o bien con un apoyo (el mango de un martillo o una varilla de metal me han servido a la perfección). Repetir el proceso con la otra mitad y tantas veces como sea necesario para conseguir la curvatura deseada.

El martillo de goma no deja marcas en la chapa, y si ademas ponemos debajo un trozo de serraje, o acolchado parecido, el yunque tampoco las dejará y todo eso que nos ahorraremos de pulido.

Y así quedan curvadas y antes de pulir


5. to be continued

Queda aun mucho para terminar, a saber: pulir el exterior, pintar el interior para evitar óxido, colocar las tiras de cuero para articular, remachar todas las piezas juntas...

En fin, prometo más a no mucho tardar, que el resultado ha sido más resultón de lo esperado en un principio.

5 comentarios:

Axil dijo...

¡Ains, qué entrañable todo! ¡Qué recuerdos!

coalheart dijo...

Y eso que no he hecho cuidadosas descripciones de los diferentes tipos de cortes y pinchazos que causa una chapa :-)

Axil dijo...

Si es que al final, la categoría de "compañero del metal" se adquiere cuando lo que más aborreces de cortarte con la chapa es lo rápido que la oxidan las salpicaduras de sangre. Está claro que ya eres un hermano.

Y por cierto, hubiera jurado que ya tenías un tocón de hundir. ¿A qué espera usté pa apañarse uno?

Dark the VampyrWülf dijo...

Lo del tocón, ya te comenté y grafiqué por msn mi método y funciona xD

coalheart dijo...

El tocón o su analogo tecnológico esta en vias de desarrollo, pero pronto, MUY PRONTO!

MWAHAJAJAJAJAJAJAJA